Toda aquella alma que sepa lo que se siente al crear arte o filosofía, sabrá también el por qué de la obra que ha creado y coincidirá conmigo en que, si no siempre, mayormente creamos arte o reflexionamos sobre el por qué de nuestra existencia debido a que queremos saber el motivo exacto de por qué se ha dado una situación que no entendemos del todo; y es cuando creamos arte, cuando creamos filosofía, cuando intentamos buscar la respuesta a todo lo que no comprendemos...a veces no la encontramos, pero entonces vemos la solución en el cambio de sentido. Los errores cometidos nos abren los ojos para que nos demos cuenta de en qué hemos fallado ,en qué debemos mejorar, cuál es la causa del error cometido. Una vez reflexionadas estas cuestiones, nos erguimos, más fortalecidos y, aunque con heridas, seguimos nuestra carrera de obstáculos para volver a buscar respuestas a otros enigmas de la vida.
¿Cuántas veces no habrás deseado, alma imperfecta, bajar la cabeza y dejarte devorar por el miedo, el odio, el rechazo, la envidia, la impotencia?¿Cuántas veces has llorado a la soledad por sentir que nadie entiende una sola palabra de lo que le cuentas?...tú, filósofo, tú pintor, dibujante, tú escritor,tú devorador de sufrimiento, que incluyes en tu alma el de los demás sin excluir el tuyo...tú amante de la útopica libertad, del orden , de la verdad, de la justicia, amante de la naturaleza, de la noche que siempre dispuesta está a darte consuelo...
AQUÍ, está tu espacio; las falsas palabras ya no mellarán más tu mente; ahora mi dolor será tuyo también; yo, soy como tú. Bienvenido seas.
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